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El Contador es la mano derecha de una empresa en todo lo que tiene que ver con las finanzas, es decir, con el análisis de los ingresos y los gastos y de la distribución e inversión de las ganancias. El Contador se encarga no solo de llevar las cuentas, sino de analizarlas y estar pendiente del manejo del presupuesto de la empresa, en otras palabras, de la mejor manera de distribuir la plata de la empresa en diferentes áreas.
Asimismo, el Contador está encargado del pago de impuestos, pues toda empresa (sea pequeña o grande) necesita pagar impuestos al Gobierno y la persona capacitada y autorizada para realizar este trabajo es un contador. El Contador está pendiente de las fechas de pago, así como de realizar, de manera honesta y completa, el análisis de los ingresos y egresos de las empresas.
Este trabajo de asesoría en el pago de impuestos también lo hace el Contador con personas que tienen bienes (casas, fincas, carros), pues ellas, de igual forma, deben pagar impuestos por lo que tienen. Por eso el Contador es totalmente necesario en cualquier actividad comercial.
Muchos contadores ocupan cargos gerenciales: pueden ser vicepresidentes o gerentes financieros en una empresa privada, pero también pueden trabajar en la administración pública como asesores (por ejemplo, del Ministerio de Hacienda o de la Contraloría General de la Nación, que, como su nombre lo indica, controla el gasto público, lo que significa que vigila a todos los que trabajan con el Estado para que utilicen bien la plata que se les da para realizar diferentes obras).
