Ser productivo te trae muchos beneficios, pero aunque se dice fácil, realmente no lo es ya que todos los días en la vida profesional se acumulan agobiantes tareas.
Comencemos por los hábitos que pueden ayudarte:
Haz ejercicio. Aunque pienses que este punto puede estar fuera de lugar (o de importancia), el ejercicio puede traerte grandes beneficios para la productividad, ya que te ayuda a mantener tu nivel de estrés bajo, lo que resulta en mayor concentración y trabajo de calidad.
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“Ejercicios como el yoga, pilates, el streaching, spinning, caminatas y carreras en campo (entre otros), ayudan a que el cuerpo libere endorfinas y sustancias químicas que tienen la cualidad de producir una gran sensación de bienestar: liberando estrés, mayor motivación, mejor gestión del tiempo y mejora las relaciones interpersonales”, cuenta en entrevista a aprendemas.com, Héctor Spindola, médico del deporte de la Clínica Rehavital.
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Spindola también destaca que al contar con un entrenamiento físico se logra una gran productividad, por lo que estima que entrenar incrementa la productividad en 3 a 4 horas, gracias a un fuerte aumento en su capacidad de concentración.
Otro punto importante es dormir y descansar; por lo que debes dormir lo suficiente para que tu cuerpo se recupere y recobre fuerza y concentración, así serás más productivo y estarás más enfocado en tus objetivos.
Comer saludablemente. La alimentación es un factor importante en la vida de todos, así que una dieta completa y balanceada te ayudará a que tengas mayor rendimiento y concentración en tus actividades, además de mantenerte saludable.
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Toma agua. De acuerdo al Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) la deshidratación provoca una caída de la capacidad de concentración en un 15% y una disminución de la memoria a corto plazo del 10%, así que no olvides tomar al menos 2 litros de agua diarios.
En cuanto a técnicas y puntos que te darán control total:
Organízate. Puedes lograrlo realizando listas con tus tareas y actividades en concreto y el objetivo de cada una; además de clasificar y asignar prioridades, así como llevar un horario o agenda a seguir.
Planifica tus días. Recuerda que no es posible hacer todo en un día, así que lo mejor es que lleves un control de actividades de acuerdo al nivel de importancia, plazos de entrega y nivel de dificultad.
Concéntrate. Todos los días estamos rodeados de un sinfín de distracciones, así que es difícil mantener la concentración, y para conseguirlo debes mantener control sobre distracciones como redes sociales, notificaciones telefónicas, incluso puedes limitar tus visitas a sitios web de ocio y manejarlo como una recompensa para descansar.
No olvides mantener tu área de trabajo limpia y ordenada, así podrás concentrarte y trabajar mejor.
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