Son muchos los niños españoles que comen en el comedor del colegio cada día, y en la mayoría de los casos, por necesidades laborales de sus progenitores. Sin embargo, comer en el comedor escolar no es sinónimo de estar mejor alimentado, ni de aprender a comer mejor.
De hecho, un 95% de los padres españoles asegura que el menú del comedor escolar en el que comen sus hijos es mejorable, según recoge el estudio ´Valoración de los padres sobre la alimentación escolar en España´, elaborado por Plátano de Canarias y la consultora Kantar.
Y es que, según han puesto de manifiesto los 2.000 padres y madres que han participado en esta encuesta, el alto contenido en grasas y azúcares así como la escasa información nutricional que incluye el menú escolar de sus hijos, son los principales defectos que tienen los menús escolares.
En opinión del 56% de los encuestados, los menús que ofrecen los comedores escolares deberían incluir una mayor presencia de alimentos de origen vegetal así como de frutas de temporada de buen sabor.
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Otro 46% de los padres que ha participado en este estudio considera que se debería reducir drásticamente los ingredientes grasos con los que se elabora la comida diaria de sus hijos, así como los azúcares.
Sobre la información nutricional que incorporan los menús escolares, el 88% de los padres asegura que éstos incluyen los platos que sus hijos van a comer cada día. Sin embargo, tan solo el 24% afirma que el menú contiene información sobre la calidad y el origen de los alimentos que comen sus hijos en el comedor.
Y 9 de cada 10 padres y madres encuestadas coincide al señalar que es preciso incluir más piezas de fruta en el menú diario que ofrecen los comedores de los colegios españoles.
Además, según señala esta encuesta, es necesario acatar la recomendación de ´5 al día´ de la Organización Mundial de la Salud, a través de la cual se promueve el consumo de un mínimo de cinco raciones de frutas y hortalizas al día para que los niños lleven una dieta saludable y equilibrada.
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¿Qué deben comer los niños?
Aunque muchos padres se ven en la necesidad de dejar a sus hijos a comer en el cole, los expertos en nutrición señalan que los colegios deben convertirse en aliados de las familias a la hora de construir los hábitos alimenticios de los más pequeños de la casa.
Si bien es cierto que durante los primeros meses de vida de un niño, las necesidades energéticas y nutricionales están cubiertas por la lactancia materna o por la leche de fórmula, a partir de los seis meses, los niños deben iniciarse en la alimentación complementaria.
Según los expertos, a partir del año de edad y hasta los tres años, los niños deben llevar una dieta variada, suficiente y también equilibrada, en la que estén incluidos los alimentos de temporada, los productos locales, los ecológicos, y también las pastas y las legumbres.
Según recoge el Manual Práctico de Nutrición en Pediatría, elaborado por la AEP, los niños, durante la etapa escolar, deberían eliminar los hábitos alimenticios no saludables como el abuso de bebidas azucaradas, los hidratos de carbono y grasas trans, así como el bajo consumo de frutas y verduras.
Y es que estos malos hábitos pueden dar lugar a problemas de salud más graves como la avitaminosis, la anemia, el sobrepeso o la obesidad, según señalan los expertos en pediatría.
Asimismo, según recoge este manual, el 20% de los niños en edad escolar precisa de cambios importantes en su dieta, otro 51% necesitaría introducir algún cambio puntual en su alimentación, y tan solo el 25% de los escolares españoles lleva una dieta sana, equilibrada y consume productos de buena calidad.
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