Nadie duda de que el trabajo físico agota, pero el ejercicio mental también cansa. Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores de la Universidad Pitié-Salpêtrière de París, que han publicado sus resultados en Current Biology.
Cuando el trabajo cognitivo es intenso y se prolonga varias horas provoca la acumulación de sustancias tóxicas en la corteza prefrontal del cerebro. Esto invita a realizar acciones que suponen un menor esfuerzo energético a medida que se va desarrollando la fatiga cognitiva.
Teorías previas hacían alusión a que la fatiga era una especie de ilusión inventada por el cerebro para justificar el paso a una actividad más gratificante. Sin embargo, la investigación realizada por los científicos franceses demuestra que el trabajo cognitivo supone una auténtica alteración funcional y la acumulación de sustancias nocivas, lo que nos lanza la señal de abandono de la actividad, pero con el propósito de preservar la integridad del funcionamiento del cerebro.
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Fatiga mental
El objetivo que perseguían los científicos con esta investigación era determinar qué es realmente la fatiga mental. Los investigadores sospechaban que tenía que ver con la necesidad de reciclar sustancias potencialmente tóxicas surgidas de la actividad neuronal. Para buscar una evidencia se monitoreó a través de resonancia magnética la química cerebral en el transcurso de un día laboral en dos tipos de personas: las que en función de su profesión necesitaban pensar mucho y quienes desarrollaban tareas cognitivas relativamente más fáciles.
Así, los científicos constataron signos de fatiga, como la dilatación de las pupilas, solo entre quienes que realizaban un trabajo mental duro. Además, este grupo también mostraba una disposición hacia opciones que conllevaban recompensas en poco tiempo y con menos esfuerzo. Por otra parte, también se descubrió que tenían niveles más altos de glutamato en la corteza prefrontal del cerebro. Lo que se traduce en que, después de un día de trabajo mentalmente exigente, el control cognitivo resulta más difícil.
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“El glutamato es el principal neurotransmisor excitatorio del cerebro. Descubrimos que aumenta durante la realización de tareas mentales exigentes”, afirman los investigadores.
Los científicos afirman que el glutamato se elimina durante el sueño. Además, señalan que se puede utilizar la investigación para detectar la fatiga mental grave y así poder ajustar las agendas de trabajo de los profesionales con el fin de evitar el agotamiento. En este mismo sentido, los investigadores desaconsejan tomar decisiones importantes cuando la persona está cansada.
En futuros estudios se espera conocer por qué la cortea prefrontal es especialmente susceptible a la acumulación de glutamato. También se espera conocer si los mismos marcadores de fatiga en el cerebro pueden producir la recuperación de afecciones de salud como la depresión o el cáncer.
Scientists figure out why prolonged intense cognitive work or thinking hard for hours makes you tiredhttps://t.co/S7jm0j4WNX
— Frank Lipman MD (@DrFrankLipman) August 22, 2022