La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha anunciado una inversión de 1.185 millones de euros en materia educativa en su primera rueda de prensa. Según ha señalado en Consejo de Ministros, de esta partida, que se repartirá entre las Comunidades Autónomas, 1.097 millones procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se destinarán a la digitalización y programas de refuerzo educativo. Por otra parte, 88,5 millones de euros se orientarán a ayudas para libros de texto, materiales didácticos y otros programas.
Las inversiones a digitalización incluyen partidas para la dotación de dispositivos portátiles con el fin de lograr una mayor equidad del alumnado. También se centrarán en la instalación de aulas digitales y la formación del profesorado en este campo.
Escuelas rurales e insulares
Alegría ha señalado que también se beneficiarán de los fondos los centros sostenidos con fondos públicos que cuentan con al menos un 30% de alumnado vulnerable, así como centros rurales o insulares ubicados en zonas de gran dispersión de la población o zonas deprimidas.
FP como prioridad
La ministra ha llegado a su cargo con la vista puesta en la FP, que ha calificado como su “prioridad absoluta”, anunciando una gran inversión para esta formación. Además, la ministra ha señalado que cuando se habla de educación hay que hacerlo como “una inversión y nunca como un gasto. Hablamos de equidad, de igualdad, de oportunidades y de reducir el abandono escolar”, ha señalado.
Profesorado y alumnado
Alegría ha anunciado que apostará por el diálogo y el consenso, y que trabajará con las Comunidades para la implantación de la nueva Ley Orgánica de Educación. Además, en su primer discurso como ministra ha resaltado la calidad profesional y personal de la comunidad educativa, y ha puesto en valor el papel de los estudiantes y su derecho a recibir una educación de calidad.
En este sentido, Pilar Alegría señaló en su primer discurso que “tenemos que seguir trabajando de manera coordinada con todos los agentes del sistema educativo para hacer de la educación española una auténtica palanca de transformación y progreso. Una educación que vaya más allá en la igualdad de oportunidades, convirtiéndose en un instrumento eficaz del empoderamiento de la ciudadanía”.