Con la vuelta de Donald J. Trump a la Casa Blanca, se abre una nueva etapa en Estados Unidos a todos los niveles, también el educativo. El que fuera presidente de Estados Unidos de 2017 a 2021 vuelve con un plan para el ámbito educativo centrado en un regreso a los valores tradicionales.
La educación según Trump
Valores patrióticos
«No vamos a permitir que nadie lastime a nuestros hijos. Joe Biden les ha dado a estos lunáticos un poder ilimitado» para «convertir la educación cívica en un arma», afirmó durante su campaña el elegido presidente Trump en relación a las ideologías progresistas o «woke» que, asegura, se han instaurado en los últimos años en el sistema educativo público estadounidense.
Entre sus propuestas destaca crear un organismo basado en los valores patrióticos y en ensalzar a aquellos maestros que entienden que su trabajo «no es adoctrinar niños», sino educarlos.
Más autonomía en las escuelas
Trump también respalda los programas de elección escolar universal a nivel nacional, que permiten que la asignación de fondos de educación pública de un estudiante se transfiera a opciones de educación no públicas, incluidas escuelas privadas o educación en el hogar.
Y en el seno de las escuelas, propone instaurar que los directores escolares puedan ser relevados en votación por los padres de los alumnos. De hecho, los padres tendrán un papel determinante en el ámbito escolar y la última palabra para tomar decisiones en los colegios.
Asimismo, durante los actos de campaña ha afirmado en diversas ocasiones que «daremos a nuestros niños la educación proestadounidense de alta calidad que merecen».
Becas para estudiantes
Según Trump, lo ideal sería que cada estudiante pudiera percibir una beca de 12.500 dólares (11.600 euros), que es la cantidad media que gasta el Estado en cada alumno. El objetivo, en su opinión, sería crear un amplio mercado en educación más competitivo y con mejores resultados.
Más control a la financiación educativa
Durante su campaña, Trump ha repetido en numerosas ocasiones la necesidad de revisar el actual gasto en educación, llegando a proponer la disolución del Departamento de Educación encargado de establecer políticas educativas. El fin es que el control sobre las escuelas recaiga en los estados, no en el Gobierno federal.
Universidades
Trump no ha hecho de la Educación Superior un foco principal en su campaña electoral. Sin embargo, durante los últimos años, las batallas políticas en torno a la educación superior se han intensificado. Algunas cuestiones universitarias como las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión, así como las protestas universitarias, han centrado cada vez más el mensaje del Partido Republicano. De hecho, el propio Trump ha afirmado en numerosas ocasiones que las universidades estadounidenses las dirigen «maníacos marxistas» y promete erradicar el presunto sesgo ideológico de izquierda que, según él, amenaza la libertad de expresión.
También propone trabajar con el Congreso para asegurarse de que las universidades están haciendo un esfuerzo para reducir los costes de acceso a ellas. De forma complementaria, apoya la creación de educación adicional más asequible, con alternativas a un título universitario tradicional de 4 años.
Propuestas en Educación en la Agenda 47 de Donald J. Trump
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