El francés es uno de los cinco idiomas más hablados del mundo y el interés por aprenderlo no deja de crecer. Para ello, nada mejor que hacer una inmersión lingüística, y el verano constituye una inmejorable época para llevarlo a cabo.
De entre todos los destinos posibles, Montpellier es uno de los preferidos para aprender francés por múltiples razones, entre las que se encuentran la amabilidad de su población y las múltiples ofertas de ocio existentes en la ciudad y sus alrededores.
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L’Institut Européen de Français (IEF) organiza estancias en esta ciudad situada al sur de Francia, que combina a la perfección una inmejorable apuesta formativa con un completo calendario de actividades disponibles. Su campus está pensado para que los estudiantes logren comunicarse en francés de una manera práctica, rápida y divertida, sin dejar de lado aspectos como la gramática y la comprensión escrita.
Montpellier es uno de los más solicitados, ya que, además de poseer el encanto de sus calles medievales y una inmejorable oferta cultural, se encuentra a tan solo 40 minutos en bicicleta de la playa, lo que facilita una escapada tras las clases y la práctica de una gran variedad de actividades náuticas, entre ellas surf de remo, kayak de mar, vela o kitesurf.
Durante el verano se suceden en Montpellier y sus alrededores una gran variedad de festivales, lo que facilita el contacto con la población local y así desarrollar las habilidades orales, ya que la fonética francesa requiere mucha práctica para manejarla perfectamente. Por otro lado, quienes prefieran actividades más tranquilas pueden deleitarse con las hermosas vistas que ofrecen los alrededores, con montañas, viñedos y ciudades medievales.
IEF está ubicado en el caso histórico de la ciudad, en dos edificios reconocidos como patrimonio histórico. Durante la estancia en el programa Especial Campus puedes disfrutar de 20 horas de clases grupales y seis clases exclusivas de práctica oral. También tendrás tiempo de participar en diferentes actividades para disfrutar de la región y visitar preciosos lugares turísticos en excursiones de media tarde o de jornada completa.
El alojamiento se ofrece en una de las residencias universitarias de la ciudad, donde puedes tener tu habitación con baño privado. El precio es otra de las ventajas a tener en cuenta, ya que incluye clases, alojamiento y excursiones con el fin de que el interesado pueda aprender francés al tiempo que se divierte, sin preocuparse por nada.
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